En verano de 2018, el Bidasoa se cierra para las personas migrantes. Vuelven el control, la vigilancia, la batida; se despliega la violencia. Pero la frontera no acaba en una lĆnea estĆ”tica que separa estados: se desplaza como lĆnea móvil sobre los cuerpos que huyen, impregnando su piel.
Se activa la ayuda a ambos lados del cierre fronterizo para dignificar la fuga frente al hostigamiento policial. Este libro da cuenta de este entrecruzamiento entre las personas migrantes y las redes de solidaridad, los movimientos que ahĆ se tejen, una suerte de coreografĆa polĆtica y afectiva que resiste al capitalismo racial y securitario, una danza de luciĆ©rnagas que quiere abrir espacios y tiempos humanizados.
Con ambición teórica y literaria, Ignacio Mendiola trenza ese relato de huida, violencia y apoyo, allĆ donde el poder estatal ha dibujado una lĆnea para apropiarse del espacio y para disciplinar a la fuerza de trabajo.

























