Durante las Ćŗltimas dĆ©cadas, el trabajo intelectual y la actividad polĆtica de Angela Davis se han centrado en lo que ella denomina el Ā«abolicionismo de la prisiónĀ». Este comprende una triple abolición: la abolición de la pena de muerte; la abolición del complejo industrial-penitenciario, que debe tambiĆ©n incluir la abolición de sus componentes militares, como la tortura y el terror, y la abolición de todos los rastros y herencias de la esclavitud que han sido mantenidos y renovados por la pena capital y el sistema de prisiones en Estados Unidos, en especial con la implantación de las prisiones de mĆ”xima seguridad.
La investigación histórica y sociológica emprendida por Davis muestra que la abolición de la esclavitud y de su legado permanecerĆ” inacabada mientras el castigo racial siga siendo una condición definidora del espacio pĆŗblico. Su riguroso anĆ”lisis explica cómo la raza, el gĆ©nero y la clase han pasado a integrar una tecnologĆa polĆtica de los cuerpos. El sistema carcelario se convierte, de este modo, en un dispositivo biopolĆtico que naturaliza la democracia racial vigente en Estados Unidos.
En la extensa conversación con Eduardo Mendieta incluida tambiĆ©n en este libro, Davis pasa revista a su formación filosófica, su compromiso polĆtico, su propio encarcelamiento y la posterior campaƱa en favor de su liberación. Evoca ademĆ”s las principales figuras del pensamiento polĆtico afroamericano (como Frederick Douglass y W. E. B. DuBois) que han influido en ella y comenta las revelaciones sobre las torturas en Abu Ghraib y los campos de detención en GuantĆ”namo.

























